Etiquetas
Apple, Chanel, Coca-Cola, Hollywood, Kate Moss, Kevin Roberts, Lovemark, Marilyn Monroe, Norma Jean
Marilyn. Marilyn envuelta en sábanas en una cama llena de migas y restos de comida. Y una copa de Don Perignon derramada en el suelo. Marilyn huyendo de su propia sombra, esquivando su Lovemark hasta las últimas consecuencias. Pero, ¿dónde comenzó aquel sueño?
Pudo ser cuando pasó a convertirse en la corista de un príncipe; o en la rubia preferida de un caballero; o en la tentación del vecindario… Así es como ella quería ser y así es como la veíamos. Pero aquel sueño empezó a difuminarse cuando Norma ya no pudo más y se hizo vida rebelde. Curiosamente fue ahí, en “Vidas rebeldes”, cuando más se acercó a su verdadero yo y se alejó del mito, cuando logró su mejor actuación. O es que quizás ya no estaba actuando… Norma solo pedía amor y respeto, que alguien la quisiera de verdad, fuera de los focos y los flashes.
Hace unas semanas, Marilyn dejó definitivamente ser una Lovemark. Al menos para mí. Fue a raíz de ver el magnífico documental “Últimas sesiones con Marilyn”. Claro está que esto solo había sido el detonante…