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No ha habido nadie que los iguale. Detrás de la aparente anarquía de los Hermanos Marx, donde se mezclaban la verborrea infinita de un genio delirante, el caos más absoluto de una esperpéntica y silente figura, las golferías de un mafiosillo de tres al cuarto y la seriedad de un galán de educación exquisita, había una estrategia perfectamente cimentada. El éxito no surge de la nada.

Lo mismo ocurre con esto que llamamos Content Marketing o Marketing de Contenidos: no se trata de crear y difundir contenidos al azar, sino siguiendo una estrategia perfectamente definida, donde tienes que encontrar ese nicho que pertenece a tu público, escuchar atentamente qué es lo que dice, siente o anhela a través de las redes sociales para, finalmente, gritar a los cuatro vientos que tienes el Santo Grial que calmará sus expectativas bajo la forma de whitepaper, case study, infografía, ebook o vídeo que está a su entera disposición. Y, encima, gratis. ¿Alguien da más?

Los Hermanos Marx

Los Hermanos Marx

“Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. La archiconocida frase de Groucho Marx, el cerebro del grupo, es realmente la clave del Content Marketing, aunque él mismo ni lo supiera: eres TÚ el que te tienes que adaptar a tu público, y no tu público a ti.

Si seguimos la exitosa estrategia de los Hermanos Marx, veremos que cada uno de ellos cumple un rol perfectamente definido, que cada uno de ellos representa un tipo específico de contenido que se complementa a la perfección con el de sus compañeros. ¿Por qué no aplicar esta poderosa estrategia a nuestro Marketing de Contenidos? Estos serían los 4 principios marxianos del Content Marketing:

1. El Content Marketing es Grouchomarxiano porque tiene el poder de la palabra.

¿Existe o ha existido alguien con mayor dominio del lenguaje que el señor encorvado del puro y el bigote pintado? Mente abierta e ingenio. Eso es lo que tenemos que aplicar en nuestros contenidos. Porque no se trata de ofrecer cualquier contenido, sino solo aquel que sea relevante para nuestro público. Además, debes de tener en cuenta que no todos los públicos son iguales. Groucho tenía una respuesta –y una pregunta- para todo y para todos. Así es como se debe comportar el Content Marketing, adaptándose como un guante a todo aquello que el usuario busca, pide o necesita. No se trata de ofrecer lo que otros ofrecen, sino hacerlo de una forma única y especial. De acuerdo, no todos podemos ser unos genios ni decir las cosas mediante retruécanos legendarios, pero sí que podemos ofrecer información de enorme utilidad para nuestro público. Porque formamos parte de una industria y de un sector determinado y tenemos una experiencia. ¿O no?

Utilicemos el poder de la palabra en el Content Marketing a través de los posts de nuestro blog, mediante reviews de productos o servicios relacionados con nuestra industria, con “tips” o listas de ideas, a través de case studies, ebooks o webinars… Todos estos formatos son muy agradecidos por el usuario, porque les ahorra tiempo de búsqueda de información, son amenos de leer y, además, tienen la gran ventaja de que pueden ser compartidos.

2. El Content Marketing es Harpomarxiano porque tiene el poder de la emoción.

¿Alguien en su sano juicio se plantea tocar el arpa? No, no hablamos de una guitarra, de un piano o una flauta. Ni tampoco de un violín, que también tiene su miga… ¡hablamos de un arpa, el instrumento de los dioses y los ángeles! Pues este mudo loco con peluca de rizos y gabardina sin fondo lo hacía… ¡y de qué manera! Desde su rol de clown surrealista, era capaz de pasar de un bocinazo ruidoso a una tierna melodía. No necesitaba de la palabra para llegar al gran público. Y los niños lo adoraban. Por eso, Harpo vendría a ser ese lado emocional del Content Marketing. Sí, está bien llegar al lado racional del consumidor y utilizar la verborrea ingeniosa de Groucho, pero, ante todo, hay que emocionar.

El éxito de esos vídeos que rápidamente se hacen virales o de los testimoniales de clientes satisfechos no es otra cosa que el éxito de las emociones, de las historias personales y sinceras, del poder de lo que se ha dado en llamar storytelling. Son pequeños cuentos, con su inicio, nudo y desenlace, donde se narra la experiencia de un usuario como tú y como yo. No más listas de características de producto, por favor. Queremos beneficios y en forma de historias que emocionen.

3. El Content Marketing es Chicomarxiano porque tiene el poder de lo práctico.

Chico tocaba el piano. Nada de arpas ni instrumento de dioses. El piano. Como todo buen hijo de vecino debería hacer. Con su gorrito a lo Pinocho y su acento italiano, representaba ese lado travieso y gamberro del grupo. Pero, a diferencia de Harpo, Chico era, ante todo, práctico: el único capaz de traducir los gestos y muecas del mudo majareta, de proponer negocios imposibles, de poner en práctica triquiñuelas o atajos… Era el “Déjamelo a mí que te lo resuelvo en unos minutos”. Y esto es esencial también en nuestra estrategia de Content Marketing: los consumidores quieren valor añadido, quieren soluciones a sus problemas.

En el Content Marketing tenemos esos “tips” mágicos que son como una navaja suiza que nos dan ideas para todo, o los “Cómo hacer…” que de tantos apuros nos sacan. Todo esto es también contenido y del bueno, porque nos ahorra tiempo, nos ofrece valor añadido y porque también genera una enorme viralidad. Cuánto nos gustan este tipo de “travesuras”…

4. El Content Marketing es Zeppomarxiano porque tiene el poder de la educación.

Zeppo era el galán, el guaperas, el contrapeso del grupo hacia la lógica y los buenos modales. Por supuesto, lograr eso con sus hermanos era algo imposible. ¿Quién sería capaz de meter en vereda al mudo de la peluca? ¿O de hacer un hombre de bien del gamberro incorregible? ¿O de conseguir que el cínico encorvado de las cejas lograra pensar con un mínimo de lógica? Ni ganas… Nosotros tenemos la gran suerte de que la inmensa mayoría de nuestro público está deseando recibir información o consejos sobre los temas que le interesan, de ser “educados”. Si ya tienes tu nicho de clientes, si sabes dónde se encuentran y cuál es su conversación, entonces ya sabes lo que quieren. Conviértete en su galán, en su artista principal, ofreciéndoles contenidos de calidad.

Cualquiera de los formatos mencionados anteriormente –posts, webinars, ebooks, vídeos, imágenes, “tips”, informes, demos, testimoniales …- cumplen a la perfección con ese aspecto educativo imprescindible en el Content Marketing.

No obstante, ¿alguien concibe a los Hermanos Marx por separado? Ofrezcamos contenidos que sean originales, que entretengan, que emocionen, que sean prácticos y que eduquen. Y también dos huevos duros.