Nos dejamos llevar. Demasiado, diría yo. Nos estamos convirtiendo en community managers de la vida, donde esperamos que nos aporten ideas y experiencias para que podamos compartirlas y monitorizarlas, dejando a un lado nuestro lado más creativo.
Y es que nos da por compartir, por mencionar, por enlazar, por retweetear, y nos olvidamos de lo más importante: de crear, de ver las cosas desde otro punto de vista, de experimentar, de fracasar o de triunfar.
Por eso, hoy les voy a contar una historia que me sucedió recientemente en un antiguo café de Madrid y que me hizo reflexionar sobre la importancia del marketing de contenidos.
Sí, aún me sigo emocionando cuando entro en alguno de esos antiguos cafés. Sé que son lugares muy lejos de ese glamour que un día atesoraron como auténticas catedrales del pensamiento, pero me puedo imaginar en alguno de sus rincones al cascarrabias de Umbral quejándose del servicio, o al sibarita de González-Ruano tosiendo, con su inseparable pitillera de oro firmada por Alfonso XIII.
«Desde el final del siglo pasado, el café Gijón ha sido un lugar de encuentro entre el pensamiento y el chocolate con picatostes. Aquí, alguna tarde Galdós se mató las pulgas y, colgado de la propia barba, Santiago Ramón y Cajal se citó con una tanguista, y Arniches inventó madrileños que hablaban con la boca torcida, y Jardiel Poncela escribió con tijeras de poder, y González Ruano se hizo la manicura con cinco artículos diarios a sus uñas de tigre señorito». Manuel Vicent.
Estaba sentado en una de sus mesas, en una agradable tertulia de amigos, cuando reparé en un anciano que entró muy lentamente, pero con paso firme. Era el paso de quien conoce el lugar al dedillo. Se sentó en una mesa que había junto a las cristaleras que daban a la calle, mientras uno de los camareros se le acercó sirviéndole un cortado. Cualquiera podría adivinar que se trataba de “su” mesa y de que era un cliente habitual, de los de toda la vida.
Después de mirar de soslayo a toda la fauna que se encontraba en el local, sacó un par de folios doblados de su bolsillo y una Parker y se puso a realizar unas anotaciones. De vez en cuando, levantaba la vista y miraba a su alrededor, pausadamente, grabando los detalles de todo lo que ocurría, y luego volvía a su hoja de papel.
Su imagen contrastaba con la de un joven que, justo detrás de él, con portátil y smartphone sobre la mesa, no despegaba la vista de ninguna de ambas pantallas, en actitud nerviosa. Podría ser perfectamente un community manager, freelance de la vida, para los que no existen momentos de desconexión y apuran su café sin despegarse de sus herramientas de trabajo. Estaría consultando sus feeds desde Reeder, respondería a las menciones que su empresa estaba recibiendo desde Hootsuite o TweetDeck, chequearía noticas frescas con Flipboard y monitorizaría con Social Mention.
La saturación frente a la contemplación. La pluma frente al portátil. Una lucha desigual, ¿no?
Seguramente lo que estaba escribiendo aquel anciano no era nada de gran valor para nosotros. Bien pudiera ser una carta de amor –sí, a su edad-, algunas ideas para una novela que nunca llegará a nada, un ensayo sobre su particular modo de entender la vida o un poema lleno de sombras… Pero estaba creando contenido propio.
El wifi con el que se alimentaba su estilográfica no era otro que el propio ruido de la tertulia contigua o los recónditos pensamientos que terminaban por aterrizar en el papel. Por encima de ariales o tahomas, el anciano tenía su propia fuente, su estilo único e inimitable, que acompañaba de borrones y garabatos… ¿Acaso no los tiene la propia vida?
No me malinterpreten: compartir y monitorizar es esencial en este mundo de Social Media. Pero, crear… ¡crear es lo más grande! Por supuesto, también en el marketing. Porque el marketing de contenidos, ese que ofrece a los clientes información relevante para él y adaptada a su comportamiento, es el motor del “Inbound marketing”, ese que no interrumpe al consumidor, sino que lo encuentra de forma natural, ese en el que el cliente interactúa con la marca de tú a tú. Chapeau a todos aquellos copys, periodistas, escritores o community managers que, como el anciano del café, dan un paso más y se atreven a crear contenido original y de valor.
Definitivamente, me gustan los errores, las letras emborronadas, las manos llenas de tinta, el olor de los folios… incluso cabrearme cuando algo no me sale y poder estrujar el papel y estamparlo contra la pared… Qué quieren que les diga: tiene su punto.
A tomar por saco el MacBook Air y la última versión del Office. Mi reino por un bolígrafo y una servilleta de papel. Al menos por hoy.
Que lindo post y bonita foto del café. Lo lindo de la vida esta en los detalles y no en que tanto puedas abarcar ¿no?
Me ha encantado tu post. Además, comparto tus ideas y sensaciones. Muchas veces yo también echo de menos el papel y un buen bolígrafo de 4 colores.
Saludos
http://marketodromo.wordpress.com/
Excelente. A veces, es importante pararse a pensar y, así, poder relativizar muchas de las cosas que consideramos imprescindibles. Eso no significa que no tengan su importancia, pero en su justa medida.
@alunaba
Muy buen post! Comparto contigo la afición por los lugares repletos de historia y de historias.
Además estoy totalmente de acuerdo contigo. El hecho de pararnos y bajarnos un segundo de este mundo (como diría Mafalda) para poder pensar a la vieja ausencia, es lo que nos puede dar ese plus que nos permita alcanzar el éxito!
Exelente tu post. No podria star mas de acuerdo con tus palabras. Como diseñador desconctar es vital despues de empaparse de inspiraciones por la red para mi proximo trabajo. Encontrar el lugar para relajarte y dejar llevar la imaginacion es imprescindible para la creatividad.. Saludos a todos
Este post es un reflejo de una vivencia, has creado un contenido muy interesante. Gracias por tu visión.
Lo entiendo como un canto a los artesano, si señor. Esa esencia no debe perderse
Hola, Laureano.
Comparto postura. En mi caso, estoy mucho más tiempo enredado entre los tentáculos de todo lo que implica las redes sociales para que mi proyecto llegue donde tiene que llegar, que creando ilustraciones o intentar darle la vuelta a una idea para que se transforma en una interesante porpuesta de dibujo para mis camisetas. Sé que es necesario, sin embargo, tengo la sensación de que me hundo en las areneas movedizas de las redes sociales y su mundo.
Gracias por ese interesante artículo.
Saludos
Uffff… me ha encantado el post. Hace ya cosa de un año que he cambiado la Moleskine negra de páginas arrugadas y engordada con post-it, entradas e ideas a deshora apuntadas en el primer papel que encontraba por el impoluto, sistemático y brillante Keynote…
En cuanto a lo que dices… Pienso que el peligro que tenemos al tener tanta información, poder compartirla, buscarla, tuitearla… etc es que dejemos de crearla. El pensar que «la verdad está ahí fuera» como diría Mulder, nos hace que dejemos de buscarla «aquí dentro».
Estudiamos y leemos los 5 puntos para, las 8 claves de, los 10 mandamientos fundamentales de… pero normalmente no creamos nuestras propias teorías, no intentamos adelantarnos a los acontecimientos, estamos dejando de ver las cosas con espíritu crítico.
Einstein empezó a pensar en su teoría de la relatividad cuando viajando en un autobús se imaginó viajando en un rayo de luz, y al girar la cabeza y ver el reloj de la plaza de Berna vio que las manecillas se paraban.
Sus teorías chocaban contra las del que llevaba siendo el gurú del tema durante dos siglos, que no era otro que Isaac Newton, y el era un simple funcionario.
Laureano: me sumo a las buenas sensaciones que has dejado con tu texto en quienes me preceden. Tanto en la forma como en el contenido (de las sensaciones). El poder de la palabra, siempre.
Por otra parte, me digo a mí mismo: qué privilegio poder elegir, ora pluma, ora tecla, o boli, ora pantalla táctil…
Un abrazo y gracias por recibirme en tu casa
Después de leer vuestros comentarios, solo puedo decir que me siento un privilegiado por contar en mi blog con visitantes tan apasionados. Solo por ello, ha merecido la pena escribir este post. Y si, además, os ha removido un poco por dentro la necesidad de crear, en cualquiera de los campos profesionales a los que pertenezcáis… ¡es el súmmum!
Además, reitero lo que ya comenté en uno de los grupos de Linkedin a los que pertenezco: no deberíamos plantear este post como una lucha entre el ordenador o el lápiz, el smartphone o el bolígrafo. Ambos deben coexistir, y no me refiero a un sentido literal (habrá quien siga utilizando el bolígrafo y quien no lo haga, eso es lo de menos), sino en el sentido de apostar por la creación de contenido propio y, seguidamente, por compartirlo, por difundirlo en las redes sociales. Lo importante es tener contenido del bueno.
Por mi parte, no oculto que una hoja de papel y un bolígrafo han sido el origen de muchos de mis posts. Y así seguirá siendo.
Gracias de nuevo por vuestros comentarios, que permiten seguir dando vida a este post.
Hola Canalla! Bonita reflexión. Espero que sigas utilizando ese boli durante mucho tiempo y todos los medios posibles para divulgarlos.
Decía CopyCanalla en su entrada que obsesionados por el y el nos olvidamos de lo importante CREAR y hoy, al hilo de tantas cosas vistas y/o escuchadas sobre lo que nos está tocando vivir estos últimos años y el hecho de que las generaciones mejor preparadas de la historia en nuestro país tengan que emigrar si quieren un puesto de trabajo, lo que pienso es que NO PODEMOS SEGUIR HACIENDO NADA DE LA MISMA MANERA. Quiero decir, NECESITAMOS UN ESFUERZO IMAGINATIVO, UN PLUS DE CREATIVIDAD para cambiar la forma en que damos solución a los retos que tenemos que afrontar. No se puede esperar que lo que no ha dado resultado hasta ahora, de manera milagrosa comience a funcionar, no es lógico, NO VA A PASAR. IMAGINACIÓN AL PODER!!!
Muy bueno, yo también observo a mis hijos y pienso con tanto cacharro digital total wifi,bruetoff,mandos, portátiles etc.. corren peligro de perderse una pelota, una partida a la escoba o un veo veo, dedicamos bastantes esfuerzos a llenar su vida de libros y esas cosas que fomentan la imaginación, y hacen a un hombre libre de todo el universo digital, como bien dice CopyCanalla, cuantas obras y proyectos nacen en una servilleta de alguna mente privilegiada?
Felicidades a todos.
Rafa
Pensaba que era la única loca que siempre lleva una libreta en el bolso y que aprovecha cualquier absurdo pensamiento para crrear. Es genial captar esa sensación y creo que por miles de avances tecnológicos la experiencia que supone darle forma a algo con tu mente y tus manos, NO TIENE COMPETENCIA!!
Gracias por regalar estos artículos!
Excelente…. Verdaderamente excelente!!!!
«Distinguir las voces de los ecos», como decía Machado.
Difícil en la fauna de la comunicación a la que nos vemos arrojados. «Eso es un tochazo…» «Demasiado texto…» «Nadie leerá aquello…». Y como decía un colega copy mío recientemente, «¡me cago en la alfabetización mundial!» (porque todo el mundo lleva un escritor dentro). Es el mundo del chico del smartphone y del iPad. De las ‘personalidades linkedin’, el 90% (no, no he hecho ningún estudio de mercado, ni falta que hace) hablando en el mismo tono, usando idéntico vocabulario, tan vacío que dan ganas de vomitar. «Oh, me encanta tu visión…».
http://www.locutriz.es/blog
Hola «ccanalla».
Bonito post «en blanco y negro». Tú observas al anciano, que a veces levanta la mirada, que mira a un joven atareado con la vista pegada a las pantallas..Me gusta el contraste que aportas con esas imágenes, y dan qué pensar. Probablemente el chico es un creativo, o alguien que tiene como labor la gestión y supervisión de contenidos digitales. Me gustaría pensar que el chico y el anciano harían una buena pareja creativa.
Saludos.
Gracias por tu visión, Juancar. Sin duda, la experiencia y mirada del anciano serían muy buen complemento para el dominio de los nuevos medios que tienen los jóvenes profesionales del marketing. ¿Qué es la creatividad, sino la combinación de ideas y experiencias de múltiples maneras? Estaría bien que todos los que nos dedicamos profesionalmente a este mundo tuviéramos nuestro propio anciano interior para humanizar nuestra técnica.
¡Saludos!
Es como dibujar. ¿Dibujar con software de diseño o sentarse delante del paralex?. Hay veces que el cuerpo, el estado de ánimo y el momento te piden la calma de la creación artesanal.
Redactas un gran blog. Me gusta. Volveré por aquí….
Muy acertada comparación con el trabajo del diseñador, Miquel. Efectivamente, esa creación artesanal está más cerca de la pasión y del disfrute que del trabajo en sí. Por eso nos llena tanto.
Un enorme placer tenerte por aquí. Ya sabes que estás en tu casa. Abrazo.